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Las implacables hormigas conductoras o guerreras

La más grande y aterradora sociedad unifamiliar

Como un ejército, las hormigas hormigas conductoras o guerreras (del género Dorylus) se mueven como una sola, destruyendo todo lo que encuentran en los suelos forestales. A diferencia de las hormigas legionarias, una sola colonia puede contener hasta 20 millones de hormigas, y se ha sabido que matan a animales tan grandes como vacas simplemente asfixiándolos.

Estacionalmente, cuando los alimentos se agotan, dejan la colonia y marchan en columnas de hasta 50 millones de hormigas, que se consideran una amenaza a la gente, a pesar de que se pueden evitar fácilmente; una columna sólo puede viajar a unos 20 metros en una hora. El mayor riego es para aquellos que no pueden moverse, o cuando las columnas pasan a través de las casas. Su presencia es, por el contrario, beneficiosa para ciertas comunidades humanas, como la Masai, ya que realizan un servicio de prevención de plagas en las comunidades agrícolas, consumiendo la mayoría de las otras plagas de los cultivos, desde insectos hasta grandes ratas.

Las largas columnas características de hormigas se defienden ferozmente contra cualquier cosa que les ataca. Las columnas se arreglan con las hormigas más pequeñas flanqueadas por las hormigas soldado más grandes. Éstas toman automáticamente puestos como centinelas, y establecen un corredor perimetral en el que las hormigas más pequeñas pueden entrar de forma segura.

hormigas conductoras atacando una presa

Su picadura es muy dolorosa, cada soldado deja dos heridas punzantes cuando se retira. La eliminación es difícil, sin embargo, ya que sus mandíbulas son extremadamente fuertes, y se puede tirar de una hormiga soldado partiéndola en dos sin que libere su mordisco.

Tal es la fuerza de las mandíbulas de la hormiga que, en el este de África, se utilizan como suturas de emergencia naturales. Varios pueblos indígenas tribales de África oriental (por ejemplo los Masai moran), cuando sufren una herida en el monte utilizarán las hormigas guerreras para coser la herida, consiguiendo que las hormigas muerdan a ambos lados de la herida y luego romper el cuerpo. Este uso de las hormigas como improvisadas​grapas quirúrgicas crea un sello que se puede mantener durante días, y el procedimiento se puede repetir, si es necesario, lo que permite que comience la curación natural.

Un gran número de hormigas pueden matar animales pequeños o inmovilizarlos y comer la carne. Una gran parte de su dieta son lombrices. Todas las especies de Dorylus son ciegas y, como la mayoría de las variedades de hormigas, se comunican principalmente a través de feromonas.

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