Los pangolines son los mamíferos más traficados del mundo
Se desacreditan los rumores sobre la armadura protectora del amenazado mamífero
El Laboratorio Forense Nacional de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, en Ashland, Oregón, es la primera instalación del mundo dedicada a los animales, describiéndose a sí misma como "muy similar a un 'típico laboratorio de policía', excepto que la víctima es un animal".
En el laboratorio, los expertos forenses trabajan para determinar la causa de la muerte de los animales, identificar las especies o subespecies de un animal a partir de una pequeña muestra de tejido, como un cabello o una pluma, y ayudar a las fuerzas del orden público estatales, federales e internacionales a determinar si se cometió un delito contra la naturaleza. Si se toma esa determinación, los científicos del laboratorio también ayudarán a reunir y analizar la evidencia.
Recientemente, cuatro de los científicos del laboratorio se dedicaron a probar una afirmación relativamente nueva sobre las escamas de pangolín: que contienen tramadol, un opiáceo utilizado para aliviar el dolor que, como todos los opiáceos, tiene el potencial de abuso.
La científica forense de vida silvestre Rachel Jacobs y sus colegas examinaron las firmas químicas de recortes de escamas de más de 100 pangolines y no encontraron rastros de tramadol. Publicaron los hallazgos en junio en la revista Conservation Science and Practice.
"Hay mucha información errónea que rodea todo esto", dice Jacobs.