Touchdown: el rover Perseverance de la NASA listo para buscar vida en Marte

Comenzará a perforar sus primeras muestras en verano

Después de siete meses en el espacio, el rover Perseverance de la NASA superó el jueves una tensa fase de aterrizaje con una serie de maniobras perfectamente ejecutadas para flotar suavemente hacia el suelo marciano y embarcarse en su misión de buscar signos de vida pasada.

"Aterrizaje confirmado", dijo el líder de operaciones Swati Mohan a las 3:55 pm hora del este (21:55 hora española), mientras estallaba en vítores el control de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena.

El procedimiento guiado de forma autónoma se completó de hecho más de 11 minutos antes, el tiempo que tardaron las señales de radio en regresar a la Tierra.

Poco después del aterrizaje, el rover envió sus primeras imágenes en blanco y negro, revelando un campo rocoso en el lugar de aterrizaje en el cráter Jezero, justo al norte del ecuador del Planeta Rojo.

En las próximas horas se esperan más imágenes, vídeos del descenso y quizás los primeros sonidos de Marte jamás grabados por micrófonos, ya que el rover transmite datos a los satélites aéreos.

El presidente estadounidense Joe Biden elogió el "histórico" evento.

"Hoy se demostró una vez más que con el poder de la ciencia y el ingenio estadounidense, nada está más allá del ámbito de lo posible", tuiteó.

Durante una llamada de prensa, el administrador asociado de la NASA Thomas Zurbuchen rompió teatralmente el plan de contingencia de la fase de aterrizaje, para enfatizar lo bien que habían ido las cosas, y admitió que violó el protocolo COVID al abrazar a las personas debido a las emociones del momento.

En los próximos años, Perseverance intentará recolectar 30 muestras de roca y suelo en tubos sellados, para luego enviarlas de regreso a la Tierra en algún momento de la década de 2030 para su análisis de laboratorio.

Aproximadamente del tamaño de un SUV, la nave pesa una tonelada, está equipada con un brazo robótico de siete pies (dos metros) de largo, tiene 19 cámaras, dos micrófonos y un conjunto de instrumentos de vanguardia para ayudar en sus objetivos científicos.

Antes de que pudiera emprender su noble búsqueda, primero tuvo que superar los temidos "siete minutos de terror", la arriesgada fase de entrada, descenso y aterrizaje que ha arruinado casi la mitad de todas las misiones a Marte.

La nave espacial que transportaba Perseverance se precipitó hacia la atmósfera marciana a 12.500 millas (20.000 kilómetros) por hora, protegida por su escudo térmico, luego desplegó un paracaídas supersónico del tamaño de un campo de las Pequeñas Ligas, antes de disparar un jetpack de ocho motores.

Finalmente, bajó el rover con cuidado al suelo con un juego de cables.

Allen Chen, ingeniero jefe de la plataforma de aterrizaje, dijo que un nuevo sistema de guía llamado "Navegación relativa al terreno", que utiliza una cámara especial para identificar características de la superficie y compararlas con un mapa a bordo, fue clave para aterrizar en una accidentada región de interés científico.

"Estamos en un bonito lugar plano, el vehículo sólo está inclinado unos 1,2 grados", dijo. "Encontramos con éxito ese estacionamiento y tenemos un vehículo seguro en el suelo".

Antiguo lago

Los científicos creen que hace unos 3.500 millones de años, el cráter albergaba un río que desembocaba en un profundo lago y depositaba sedimentos en un delta en forma de abanico.

Perseverance terminó aterrizando a unos dos kilómetros (una milla) al sureste del delta, dijo el científico de la NASA Ken Farley, en un área geológicamente significativa.

Marte era más cálido y húmedo en su pasado distante, y aunque la exploración previa ha determinado que el planeta era habitable, Perseverance tiene la tarea de determinar si realmente estaba habitado.

Comenzará a perforar sus primeras muestras en verano y, a lo largo del camino, desplegará nuevos instrumentos para escanear materia orgánica, mapear la composición química y zapear rocas con un láser para estudiar el vapor.

A pesar de la tecnología de punta del rover, traer muestras a la Tierra sigue siendo crucial debido a las ambigüedades anticipadas en los especímenes que documenta.

Por ejemplo, los fósiles que surgieron a partir de microbios antiguos pueden parecer sospechosamente similares a los patrones causados por la precipitación.

Volando en otro mundo

Antes de llegar a la misión principal, la NASA quiere realizar varios llamativos experimentos.

Escondido bajo el vientre de Perseverance hay un pequeño helicóptero que en unas pocas semanas intentará el primer vuelo motorizado en otro planeta.

Denominado Ingenuity, tendrá que lograr la elevación en una atmósfera que es un uno por ciento de la densidad de la Tierra, una demostración de concepto que podría revolucionar la forma en que los humanos exploran otros planetas.

Otro experimento involucra un instrumento que puede convertir oxígeno de la atmósfera principalmente de dióxido de carbono de Marte, muy parecido a una planta.

La idea es que los humanos eventualmente no necesitarán llevar su propio oxígeno en hipotéticos viajes futuros, lo cual es crucial para el combustible del cohete y para respirar.

El rover Perseverance es solo el quinto en poner sus ruedas en Marte. La hazaña se logró por primera vez en 1997 y todos ellos han sido estadounidenses.

Estados Unidos también se está preparando para una eventual misión humana al planeta en algún momento de la década de 2030, aunque la planificación sigue siendo muy preliminar.