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Pequeños y lindos lagartos cambian de color para sobrevivir

La lagartija cola de látigo muestra la evolución en acción

Adiferencia de un camaleón, una lagartija cola de látigo (Aspidoscelis uniparens) no puede simplemente cambiar su propio color para que coincida con su entorno. Pero, a lo largo de muchas generaciones, la evolución ha cambiado el color de una población entera de estos pequeños reptiles.

Como explica Bree Rosenblum, de la Universidad de California en Berkeley, la selección natural ha dado a este grupo de lagartos un tono más claro para mezclarse en su hábitat en el Monumento Nacional de White Sands, de Estados Unidos. Esta adaptación fue muy rápida en términos geológicos debido a que las dunas de arena tienen sólo unos 10.000 años.

Han limitado los estímulos sociales debido a que se reproducen por partenogénesis, y tienen sólo dos necesidades básicas: la búsqueda de alimentos y evitar a los depredadores. Un depredador común de la lagartija cola de látigo es el lagarto leopardo, que se aprovecha de ella mediante el uso de la emboscada e inquietantes tácticas.

Una curiosidad es que muchas especies de lagartos cola de látigo son todas hembras. Así es: han descubierto cómo clonarse, por lo que no tendrían que molestarse en tener relaciones sexuales con machos para mantener su especie. Esta forma natural de la clonación se llama "partenogénesis".

La lagartija cola de látigo se encuentra principalmente en los desiertos del sur de Arizona y con el centro a lo largo del Río Grande en Nuevo México. También se encuentra en los desiertos del norte de México. A. uniparens se encuentran comúnmente en los valles bajos, pastizales y ligeras pendientes. Algunos han argumentado que la distribución de la especie se está expandiendo debido al sobrepastoreo. A. uniparens son escasas en las zonas desarrolladas, especialmente cuando los propietarios mantienen ganado.

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