El asesino ciego del desierto - Planeta Tierra II

Los topos dorados son pequeños insectívoros excavadores que habitan en el sur de África

El topo dorado (Chrysochloridae) es completamente ciego, pero eso no ha impedido que este depredador sea mortal. Encontró una ingeniosa manera de localizar a las presas en el desierto utilizando su excepcional audición y, para mejorar la efectividad, debe enterrarse bajo la arena.

Los topos dorados son pequeños insectívoros excavadores que habitan en el sur de África. Taxonómicamente, son distintos de los auténticos topos. Los topos dorados presentan una notable semejanza con los topos marsupiales de Australia, tan importante que, a pesar de la separación marsupial-placentario, antiguamente se creía que estaban relacionados.

Como la mayoría de los mamíferos de madriguera con hábitos similares, tienen patas cortas con poderosas garras de excavación, muy denso pelaje que repele la suciedad y la humedad, y la piel endurecida, sobre todo en la cabeza. Sus ojos no son funcionales y se cubren con la piel peluda. Los oídos externos son sólo pequeñas aberturas.

Las especies varían en tamaño desde aproximadamente 8 a 20 cm. Tienen hombros musculosos y las extremidades anteriores están adaptadas para cavar radicalmente; todos los dedos en las patas delanteras se han reducido, a excepción de una gran tercera garra como de recogida en el tercera dedo del pie. El quinto dígito está ausente y el primer y cuarto dígitos son vestigiales. Las adaptaciones de las patas traseras son menos dramáticas, ya que conservan los cinco dedos de los pies y son palmeados como una adaptación a palear eficientemente hacia atrás la tierra suelta por las garras delanteras.

La mayoría de las especies de Chrysochloridae viven casi exclusivamente bajo tierra en sus entornos respectivamente preferidos, ya sea por debajo de grava, bosques, pantanos, desiertos, o terreno montañoso. Sin embargo, las especies Chrysospalax tienden a buscar alimento por encima del suelo en la hojarasca en los bosques o en los prados.

Las especies Eremitalpa, como el topo dorado de Grant, viven en la arena del desierto de Namib, donde no pueden formar túneles debido a que la arena colapsa. En su lugar, durante el día y cuando tienen que buscar refugio, literalmente, nadan bajo la arena suelta, utilizando sus amplios garras para remar y bucear hasta unos 50 cm donde se pueden refrescar.

No entran en un estado de letargo, conservando así energía. Por la noche emergen para alimentarse en la superficie en lugar de desperdiciar energía moviendo la arena.

Sus principales presas son las termitas que viven aisladas bajo matas de hierba, y pueden viajar por 6 kilómetros en una noche en busca de alimento. Buscan sonidos prometedores mediante la escucha de tensiones de base por el crujir del viento y las señales de alarma de las termitas al golpearse la cabeza, ninguno de los cuales se pueden escuchar fácilmente por encima del suelo, por lo que periódicamente sumergen sus cabezas bajo la arena para escuchar.

El vídeo fue tomado del episodio Desiertos de Planet Earth II. Más clip de vídeo en nuestra sección de Naturaleza.