León aprovecha la confusión creada por una bandada de buitres para robar la comida a un guepardo

Los guepardos son particularmente vulnerables al robo de presas

El robo es común entre los carnívoros de África. La conmoción de una muerte generalmente atrae a una gran cantidad de depredadores ansiosos por alcanzar el botín: ¿por qué cazar cuando puedes robar? Por lo general, son los animales con la mayor cantidad de músculos o el mayor número de individuos que reclaman posesión sobre un cadáver en disputa. Los leones no tienen problemas para aprovecharse de la presa de otro carnívoro, como muestra este vídeo de arriba.

El guardabosques y guía Brett Heasman filmó recientemente el emocionante clip cerca del Sabi Sabi Bush Lodge en el Parque Nacional Greater Kruger de Sudáfrica. Las alarmas de los monos verdes alertaron a Heasman de la presencia de un depredador y siguió el alboroto en busca de alguna acción.

Heasman se encontró con un solitario guepardo que se estaba alimentando de un impala. "Pareciendo un poco nervioso, como suelen hacer los guepardos antes de establecerse para comer, el guepardo escaneó el área en busca de posibles carroñeros que pudieran interrumpir su fiesta", dijo el guía a Latest Sightings. "Después de algunas exploraciones del área, finalmente se puso en marcha y comenzó a festejar con su comida que tanto le costó ganar".

Los guepardos son particularmente vulnerables al robo de presas. Estos elegantes felinos son fácilmente dominados por depredadores más fuertes y, a diferencia de sus primos más robustos, los leopardos, no pueden elevar sus presas a la seguridad de las copas de los árboles. En cambio, deben alimentarse de la mayor cantidad de comida posible antes de que aparezcan los oportunistas (lo que generalmente no toma mucho tiempo).

El guepardo apenas había comenzado a alimentarse cuando los buitres descendieron en grandes cantidades. De manera casi cómica, "cada vez que el guepardo bajaba la cabeza para morder, los buitres se acercaban cada vez más, casi rodeando al guepardo".

Los esfuerzos del guepardo para despedir a los intrusos no tuvieron éxito y finalmente se vio obligado a huir, lo que provocó un frenesí de alimentación mientras las aves luchaban por alcanzar el botín. "Nos quedamos maravillados, viendo a los buitres correr y darse un festín mientras el guepardo desaparecía en la espesura", recuerda Heasman. Sin embargo, los carroñeros tuvieron poco tiempo para llenar sus barrigas. En cuestión de segundos, un león cargó contra la refriega enviando a los pájaros aleteando por seguridad mientras reclamaba el cadáver.

Si bien las hienas son etiquetadas a menudo (injustamente) como cobardes ladrones, los leones arrebatarán fácilmente los cadáveres de los depredadores rivales y, en algunos casos, los alimentos robados representan gran parte de su dieta. Esto es especialmente cierto en áreas como el cráter Ngorongoro de Tanzania, donde hay más hienas que leones y estas últimas capitalizarán fácilmente su tamaño para robar comidas.

El felino más grande de África también fue el vencedor en este caso. Arrastró su presa robada a la seguridad de unos gruesos arbustos donde comenzó a festejar la comida no ganada, dejando a los buitres observar desde la distancia.

Guarda un pensamiento para el guepardo que hizo todo el trabajo y no recibió casi nada de la recompensa.