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Crocodrilo intenta (y falla) proteger sus huevos de un par de lagartos monitores

Una cola aplanada lateralmente permite que los monitores del Nilo se deslicen fácilmente por el agua

Los cocodrilos, en su forma moderna, han estado descansando en bancos de arena y chapoteando en los ríos durante al menos 80 millones de años. Con una capacidad de supervivencia tan legendaria de la que presumir, es de esperar que estos ancestrales animales no tengan que preocuparse por los depredadores rivales.

Pero estarías equivocado. Los cocodrilos son ocasionalmente el objetivo de los grandes felinos y, aunque los bebés de cocodrilo tienen tasas de eclosión más altas y les va mejor frente a las amenazas en comparación con otros reptiles, muchos jóvenes aún terminan como alimento para depredadores hambrientos.

A principios de este año, Colin Pretorius fue testigo de los verdaderos desafíos de la paternidad de los cocodrilos en las orillas del río Crocodile en el extremo sur del Parque Nacional Kruger de Sudáfrica.

Pretorius observó desde la terraza de un restaurante con vista al río mientras una hembra de cocodrilo cavaba meticulosamente una madriguera en un banco de arena antes de llenar el agujero con una nidada de huevos. Después de depositar a su futura cría, el cocodrilo "se alejó una corta distancia para tomar el sol, pero lo suficientemente cerca para vigilar a sus bebés", explicó Pretorius a Latest Sightings. Al poco tiempo, emergió un par de lagartos monitores del Nilo en busca de una comida fácil.

"El cocodrilo trató de ahuyentar a los lagartos durante algún tiempo, pero los monitores prevalecieron y consiguieron lo que vinieron a buscar", explicó. Los huevos de cocodrilo son comida común para estos comedores sencillos que se sabe que se aprovechan de todo, desde peces y crustáceos hasta pequeños mamíferos y carroña.

Según el Instituto Nacional de Biodiversidad de Sudáfrica (SANBI), "las estrategias de caza varían, pero es raro que el monitor del Nilo evite un desafío". Algunos registros incluso sugieren que los animales típicamente solitarios trabajarán juntos cuando asalten los nidos, con un individuo responsable de distraer a la mamá cocodrilo mientras que el otro lagarto se lanza para arrebatar uno o dos huevos.

Estos robustos reptiles, segundos en tamaño solo después de los cocodrilos del Nilo, se encuentran en casi cualquier lugar del África subsahariana donde exista agua permanente. Los monitores del Nilo son muy adaptables e incluso han colonizado los Everglades de Florida gracias a los lagartos traídos a los Estados Unidos para el comercio de mascotas.

Arrebatar un huevo de un cocodrilo no es poca cosa y los astutos lagartos suelen permanecer a una distancia segura de la orilla del agua en caso de que necesiten huir del ataque. Una cola aplanada lateralmente permite que los monitores del Nilo se deslicen fácilmente por el agua y, a menudo, optan por un escape acuático cuando están bajo amenaza. Si están acorralados y obligados a luchar, azotarán con la cola para infligir importantes heridas. Afilados dientes y garras se suman al arsenal, y si están bajo una seria amenaza, los lagartos expulsarán un maloliente almizcle para disuadir a los atacantes.

cocodrilo se enfrenta a lagartos monitores

En este caso, el ataque de múltiples frentes del dúo finalmente resultó en éxito, ya que se llevaron al menos un huevo. El desafío de robar huevos de cocodrilo se hace significativamente más difícil debido al hecho de que se sabe que los robustos reptiles defienden sus nidos de los depredadores merodeadores.

Los cocodrilos (y las aves) son los únicos representantes vivos de los arcosaurios, un grupo que también incluye a los extintos dinosaurios y pterosaurios. Todas las especies de arcosaurios, excepto unas pocas, cuidan sus huevos incubándolos y, en algunos casos, también se quedan para proteger a las crías.

Los cocodrilos del Nilo son padres particularmente atentos y no solo protegerán los huevos, sino que también responderán a las llamadas emitidas por los cocodrilos bebés para ayudar en el proceso de eclosión. Los recién nacidos son vigilados por mamá (y papá en algunos casos), y cuando están bajo amenaza, las vocalizaciones desencadenan una respuesta rápida de los protectores padres.

Lamentablemente, para al menos una cría de cocodrilo por nacer, este enfrentamiento de reptiles terminó con éxito para el lagarto monitor.

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