Después de muchos gruñidos y aullidos, "el avistamiento terminó cuando el serval tomó una abertura para salir de la batalla por el territorio", explicaron a Latest Sightings Solomon y Newfield.

"Cuando el guepardo reconoció el intento del serval, se disparó hacia el camino del serval, pero, a pesar del susurro de las hojas, no se volvió a ver nada de esos dos". Mientras tanto, los tres guepardos restantes partieron detrás de un ñu, quizás tratando de sacar provecho del poco común alboroto de los felinos.

Aunque los científicos aún no están seguros de las razones exactas por las que se enfrentan los felinos salvajes, se ha registrado en varias especies. El comportamiento podría ser un intento del guepardo de eliminar cualquier competencia por alimentos y recursos. Sin embargo, perseguir a un animal que puede defenderse vigorosamente es una táctica arriesgada que agota la energía y este joven guepardo hizo bien en no lanzar un ataque en toda regla.