El descubrimiento podría mejorar la precisión de las predicciones sobre el cambio climático
Si alguna vez has esquiado en una montaña cubierta de nieve artificial, se lo tienes que agradecer a un microbio.
Para hacer polvo fresco los seres humanos se han apropiado de una proteína especializada a partir de una bacteria que empieza el proceso de congelación cuando el agua está cerca de 0°C, un talento que los microbios normalmente utilizan para dañar sus plantas huésped.
Pero la forma en que lo hacen es un misterio en su mayor parte.
Para entender cómo las bacterias despliegan sus superpoderes estilo X-Men, los investigadores utilizaron una técnica basada en láser llamada espectroscopia vibracional de generación de frecuancias (SFG). Esto les permitió ver a un nivel molecular las bacterias Pseudomonas syringae que impulsan el agua alrededor para crear hielo.
Ellos encontraron, como era de esperar, que una parte de una proteína InaZ en la superficie de la bacteria organiza las moléculas de agua en una formación, lo que les permitió visualizar la formación de hielo.
Pero la clave, según el estudio en Science Advances, es la forma en que la proteína alinea el agua en rayas de moléculas estrechamente empaquetadas y débilmente alternas. Las líneas entre estas franjas pueden actuar como el límite entre el agua y el aire, que es donde los cristales de hielo es más probable que se formen.
La proteína también canaliza el calor del agua cuando se congela, para ayudar a que avance el proceso. El descubrimiento podría ayudar más a los fabricantes de nieve artificial, y mejorar la precisión de las predicciones sobre el cambio climático, debido a que los microbios también ayudan a crear la lluvia y la nieve en la alta atmósfera.
Artículo científico: Ice-nucleating bacteria control the order and dynamics of interfacial water