"Son sorprendentes escaladores y muy potentes para su tamaño, que estaba simplemente asombrado mientras los observaba", dice Josephs, que filmó las imágenes mientras trabajaba como voluntario en el Bornean Sun Bear Conservation Centre (BSBCC), dice "sinceramente, creo que son los mamíferos más difíciles por su tamaño en la tierra".

La especie más pequeña de oso, el oso del sol u oso malayo, ha evolucionado para subir y esas impresionantes garras en forma de hoz también le ayudan. Los animales también tienen lenguas casi cómicamente largas - hasta 25 centímetros (casi diez pulgadas) de largo! - que utilizan para extraer la miel y los insectos de las entrañas de los árboles. Homónimo por las marcas como soles en sus pechos son, también, todas únicas, asegurando que no hay dos osos del sol exactamente iguales.

Habitando desde Bangladesh a Borneo, esta especie es también uno de los osos más amenazados del mundo, clasificados como "vulnerable" por la UICN. La caza de los osos es ilegal en toda su área de distribución, pero persisten la caza furtiva y su captura para el comercio de mascotas en el mercado negro. La destrucción del hábitat sólo agrava el problema.

"El cambio climático, que está alterando el ciclo de El Niño y La Niña, está afectando los patrones naturales de fructificación de los higuerones, de los que dependen los osos del sol", añade Josephs. Y, a diferencia de animales más emblemáticos como elefantes, tigres, osos panda y orangutanes, explica, la especie no obtiene mucho tiempo de la atención de los medios globales, por lo que es escasa la financiación para la conservación. "Están una situación muy grave".

Afortunadamente se está haciendo un poco de trabajo para proteger a los osos como rehabilitarlos cuando chocan con sus vecinos humanos invasores. El BSBCC, por ejemplo, logró recientemente re-liberar con éxito un oso de sol cautivo de vuelta a la naturaleza - sólo la segunda vez que se ha logrado esto - y hay trabajos en marcha para lograr una conciencia global de la difícil situación de los osos, como la campaña Save the Sun Bear.

Para Josephs, es bienvenido cualquier esfuerzo para proteger a estos pequeños osos, notablemente acrobáticos con lenguas ridículamente largas. "Ellos también son increíblemente inteligentes, lindos y a veces hilarantes", dice. "No pasó mucho tiempo en enamorarme de ellos".

(*) El oso malayo recibe curiosos nombres en algunos idiomas, como por ejemplo el malayo, en el que se le conoce como basindo nan tenggil, "el que le gusta sentarse alto". En francés se le llama ours des cocotiers, "oso de los cocoteros", por su afición a los cocos, mientras que en inglés se le apoda sun bear, "oso del Sol".