Los adultos residentes de ambos sexos tienden a limitar sus movimientos a un área definida de hábitat dentro de la cual satisfacen sus necesidades y, en el caso de las tigresas, los de sus cachorros en crecimiento. Además de proporcionar los requisitos de una fuente de alimentación adecuada, suficiente agua y refugio, y un poco de paz y tranquilidad, este lugar debe hacer posible que el residente pueda mantener el contacto con otros tigres, sobre todo los del sexo opuesto. Los que comparten el mismo terreno son muy conscientes de los movimientos y actividades de los demás.

Los tigres son carnívoros. Prefieren la caza de grandes ungulados como el chital, el sambar, el gaur y en menor medida también Barasingha, búfalos de agua, nilgai, serow y takin. Entre las especies de presas de tamaño medio con frecuencia matan jabalíes y ocasionalmente ciervos, muntjac y langur gris. Las presas de especies pequeñas como puercoespines, liebres y pavos reales forman una parte muy pequeña en su dieta. Debido a la invasión de los seres humanos en su hábitat también atacan al ganado doméstico.

En la mayoría de los casos, los tigres se acercan a su víctima por un lado o por detrás, cierran la distancia tanto como sea posible y agarran la garganta de la presa para matarla. Luego arrastran el cadáver hasta la cubierta, en ocasiones durante varios cientos de metros, para consumirlo. La naturaleza del método de caza del tigre y los resultados de la disponibilidad de presas es un estilo de alimentación "todo o nada": a menudo consumen de 18-40 kilogramos de carne al mismo tiempo.

Los tigres de Bengala han sido conocidos por tener como presa a otros depredadores, como leopardos, lobos, chacales, zorros, cocodrilos, osos negro asiático, osos perezosos y dholes, a pesar de que estos depredadores no suelen ser una parte de su dieta. Elefantes adultos y rinocerontes son demasiado grandes para ser abordados con éxito por los tigres, pero se han registrado tales eventos extraordinariamente raros. El cazador y naturalista indio Jim Corbett describió un incidente en el que dos tigres lucharon y mataron a un gran elefante. Si están heridos, viejos o débiles, o sus presas normales escasean, pueden incluso atacar a los humanos y se convierten en devoradores de hombres.