La razón de la piel rosada del ternero se debe a una condición llamada leucismo
Este lindo bebé elefante rosa tiene la mejor madre del mundo, ya que ella está a su lado a pesar del embravecido río para ayudarlo a cruzar.
Victoria Craddock, una guía de MalaMala, tenía los mejores asientos de la casa para ver esta adorable muestra de cuidado de la madre elefante. Compartió su historia y sus imágenes con LatestSightings.com.
Esa tarde en particular, Victoria se dirigió hacia el río Sand en busca de algunos elefantes. Cuando llegó a la orilla del río, el escenario era tranquilo y hermoso. Los gruñidos de los hipopótamos llenaron el aire, y la vista de la vegetación simplemente los atrapó. Se sentaron, escaneando las orillas en busca de cualquier movimiento, y ni siquiera unos segundos después, vieron su primera manada de elefantes.
Desde la distancia, el grupo pudo distinguir que se trataba de una pequeña manada reproductora con algunos bebés pequeños, y parecía que iban a cruzar el río. Pero entonces algo llamó su atención: Los elefantes son grises, ¡Pero había algo rosa!
Decidió investigar más a fondo y se acercó. Al acercarse, se dio cuenta de que también era un elefante: ¡Un elefante rosa! El pequeño elefante se aferraba a su madre mientras ésta se acercaba al agua. Parecía muy asustado, pero su madre simplemente lo tranquilizaba con algunos codazos de vez en cuando.
La razón de la piel rosada del ternero se debe a una condición llamada leucismo. ¿Quieres saber qué es eso? Consulta nuestro artículo "Elefante 'rosado' bebé filmado retozando en una reserva de caza de Sudáfrica" para obtener más información sobre este pequeño elefante especial y la condición de su piel.
A medida que la manada avanzaba por el agua, se podía ver claramente que ciertas áreas eran más profundas que otras. Esto le causó algunos problemas al pequeño elefante, ya que quedaría casi completamente sumergido, pero nuevamente, su increíble mamá estaba allí y lo guió de regreso a sus pies. En algunos momentos, la madre elefante incluso envolvía su trompa debajo del pequeño elefante y lo sacaba del agua.
Una cosa es segura: esta fue una verdadera madre. Sus instintos maternales eran increíbles; nunca perdió de vista a la cría, e incluso cuando la corriente aumentaba, se interponía entre el flujo de agua y su cría. Ella mostró exactamente lo que es ser madre. Esto no es raro entre los elefantes, ya que viven en sociedades matriarcales, por lo que las hembras tienen la responsabilidad de ser líderes y cuidadoras.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el ternero rosado cruzó sano y salvo el río hasta el otro lado. Cuando el grupo lo miró, fue como si pudieran ver el alivio en sus ojos. Luego hizo una pequeña carrera victoriosa y corrió hacia tierra firme tan pronto como pudo. ¡Simplemente lo más lindo que existe!