Uno de los surcos es particularmente revelador, ya que contiene las diminutas ranuras que dejan las estrías de dientes llamadas dentículos. Esos canales descartan depredadores de dientes romos como los cocodrilos, y a su vez apuntan a dinosaurios carnívoros bípedos llamados terópodos.

Y puesto que los únicos grandes terópodos conocidos por estar viviendo entonces en la región eran el T. rex y el Nanotyrannus lancensis - ambos pertenecen al subgrupo tiranosaurio - la evidencia refuerza la idea de que los tiranosaurios eran, en algunos casos, caníbales.

En una presentación la próxima semana en la reunión anual de la Sociedad Geológica de América en Baltimore, Maryland, los investigadores informan que la separación de las ranuras, aproximadamente tres cada 2 milímetros, sugiere fuertemente que el comedor de carne era un animal grande, probablemente mayor que la víctima. No está claro si el fabricante de las ranuras mató a víctima o simplemente arrebañó en sus huesos, pero la forma de los surcos sugiere claramente que la víctima estaba muerta cuando se hicieron las marcas de dientes.

Resumen de la conferncia: TYRANNOSAUR CANNIBALISM: A CASE OF A TOOTH-TRACED TYRANNOSAUR BONE IN THE LANCE FORMATION OF EASTERN WYOMING