Su mayor deseo parece haber sido identificarse: quería dejar su marca en el mundo
Se podría esperar que una película sobre el gran pintor e inventor del Renacimiento, Leonardo da Vinci, sería protagonizada por un anciano de barba blanca vestido con túnica académica. Pero eso no es lo que verás en "Dentro de la mente de Leonardo", una nueva película biográfica sobre la vida y obra de Da Vinci.
La película, que se estrenó en cines selectos en los Estados Unidos el viernes 19 de diciembre, está protagonizada por Peter Capaldi - el actor escocés más conocido como la más reciente encarnación del Doctor en la popular serie de televisión "Dr. Who". A lo largo de la película, Capaldi viste con ropa simple, moderna (sin rastro de una larga barba blanca), y sin embargo se las arregla para transformarse en el genio medieval. Rodada en 3D, la película se centra en la obsesión de da Vinci con el movimiento. Dsde el aleteo de las alas de un halcón a la cascada de agua de un arroyo de montaña Da Vinci ponderó la mecánica de tales movimientos en más de 6.000 páginas de escritura y dibujos que han sido preservados durante siglos en museos de toda Europa. También estudió el movimiento de su propia vida, documentando sus pensamientos en diferentes ciudades, la sociedad y la naturaleza de la vida y la muerte. La película comienza en la Toscana, cuna y hogar de la niñez de da Vinci. Es aquí donde el público se entera de los humildes comienzos de da Vinci. Nos enteramos de que su madre era una mujer campesina soltera llamada Caterina. Su padre era notario y propietario que, después del nacimiento de Leonardo, se casó con otra mujer. Da Vinci era, por tanto, un hijo ilegítimo, una condición que llevaba un significativo estigma en el siglo XV. El joven da Vinci pasó la mayor parte de su infancia en la finca toscana de su padre prefiriendo la compañía de la naturaleza por encima de todo. La película deja claro que este tiempo de permanencia en el campo como un niño tendrá un efecto duradero sobre el protagonista, que se mantuvo interesado en las maravillas del mundo natural toda su vida. En sus diarios, da Vinci relató sus experiencias y reflexiones sobre la naturaleza con gran detalle. Señaló que uno de sus primeros recuerdos era de un sueño en el que un ave de presa cayía sobre su rostro y empujaba las plumas de la cola entre sus labios. Da Vinci estudió estas aves convencido de que si podía entender la mecánica de su vuelo, se podría diseñar una máquina que permitiría volar a los humanos. La película pasa sin problemas desde las colinas de la Toscana a las concurridas calles de Florencia, donde el joven artista viajó durante sus años de adolescencia para servir como aprendiz de Andrea del Verrocchio, un destacado escultor y pintor. Fue en Florencia donde el joven artista inició su carrera en serio, pero también fue en esta bulliciosa ciudad que da Vinci sufrió algunas de sus tribulaciones más grandes. Con teatral resonancia Capaldi atrae a la audiencia en los periódicos episodios de depresión de da Vinci, así como su confusión y dolor cuando se le acusa de sodomía cuando tenía 20 años. Este presunto delito, entonces castigado con la muerte, es lo que parecía tener inspirado da Vinci, pasar de Florencia y encerrarse en su propia mente. Desde Florencia el artista viajó a Milán, donde experimentó grandes avances como artista e inventor. Por encargo de Ludovico Sforza, duque de Milán, da Vinci inició el estudio de un monumento perdurable para la familia Sforza, con la construcción prevista de un caballo gigante de bronce - la mayor estatua de un caballo jamás creada. Pero el monumento equino no estaba destinado a acabarse. A finales del siglo XV, Francia invadió Italia y fueron cortados los fondos asignados al proyecto. Pero a pesar de que la estatua de Sforza nunca se construyó, la película dedica mucho tiempo a contar la historia de entusiasta deseo de da Vinci de construir una especie de monumento eterno. La impresión general que da la película es que da Vinci, más que cualquier otra cosa, era un simple humano. Tenía increíbles ideas, y fue uno de los artistas más talentosos y creativos que jamás haya vivido. Sin embargo, él estaba profundamente preocupado por sus propias emociones y por la opinión pública. Su mayor deseo parece haber sido identificarse: quería dejar su marca en el mundo. Y como sabe cualquier estudiante de historia, da Vinci tuvo éxito en esa misión.