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Los ojos del reno cambian de color con las estaciones

El reno ártico es el único mamífero cuyos ojos brillan de un color diferente según la temporada

Todos los animales, incluidos los humanos, pueden adaptar sus ojos al nivel cambiante de la luz. En condiciones oscuras, los músculos de los iris se contraen para dilatar las pupilas y permitir que entre más luz en los ojos. Cuando vuelve a brillar, los iris se ensanchan y las pupilas se encogen. Lo mismo les sucede a los renos. Pero cuando el invierno ártico trae oscuridad perpetua durante meses, algo más le sucede a los ojos de los renos que hacen que cambien de color.

El reno ártico es el único mamífero cuyos ojos brillan de un color diferente según la temporada. En verano, cuando el sol brilla, los ojos son deslumbrantes dorados, pero a medida que el sol se prepara para ponerse para el invierno, los ojos se vuelven menos reflectantes hasta que se vuelven azul oscuro en los oscuros meses de invierno.

La parte del ojo que realmente cambia de color es el tapetum lucidum, una capa de tejido que se encuentra detrás de la retina. Esta capa es reflectante, lo que hace que la luz se refleje hacia la retina, lo que aumenta la cantidad de luz disponible para los fotorreceptores. Es el tapetum lucidum que contribuye a la visión nocturna superior en muchos animales como gatos, perros y otros depredadores nocturnos, y es el tapetum lucidum que brilla en la oscuridad cuando enciendes una antorcha en los ojos de un gato o un perro.

Durante los oscuros meses de invierno, las pupilas de un reno se ven obligadas a permanecer dilatadas durante meses, y esta presión constante sobre los músculos del iris cambia la estructura del ojo. Primero, aumenta la presión dentro de los globos oculares y esta presión reorganiza las largas fibras de colágeno que forman el tapetum lucidum haciéndolos más apretados.

ojos de reno en invierno y verano

Imagen: La serie A son ojos de invierno. La serie B son ojos de verano.

El espaciado de estas fibras afecta el tipo de luz que reflejan. Con espaciado relajado durante los meses de verano, el tapetum lucidum refleja longitudes de onda amarillas y los ojos aparecen dorados. Cuando se aprietan, reflejan la longitud de onda azul y los ojos aparecen azules. Los renos que se mantienen en corrales y pueden ver farolas de sodio, a diferencia de la oscuridad total en la naturaleza, desarrollan ojos verdes, a medio camino entre la transformación de amarillo a azul.

Los investigadores encontraron que los ojos azules de invierno son al menos mil veces más sensibles a la luz que los dorados de verano. La sensibilidad de los ojos verdes se encuentra en algún punto intermedio.

Glen Jeffery, neurocientífico del University College London, cree que debido a que la luz azul se dispersa más, hace que los fotones sigan rebotando dentro de los ojos, lo que aumenta sus posibilidades de ser capturados por la retina. Pero Dan-Eric Nilsson, un experto en visión de la Universidad de Lund, sugiere que la mayor sensibilidad tiene más que ver con los niveles de pigmentos sensibles a la luz en su retina.

La mayor sensibilidad permite que los renos vean en la oscuridad, lo cual es esencial para su supervivencia durante los largos meses de oscuridad.

Artículo científico: Shifting mirrors: adaptive changes in retinal reflections to winter darkness in Arctic reindeer

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