Rodeada por una manada de hienas, leona solitaria lucha por su vida

El gran gato finalmente encontró refugio en las ramas de un árbol

Este sorprendente encuentro fue filmado recientemente en la Londolozi Game Reserve en Sudáfrica, y la leona solitaria tuvo suerte de escapar sin lesiones más graves.

"Al ser el depredador más dominante en estos lugares, los leones tienden a no tener demasiado que preocuparse en términos de competencia, pero como suele ser el caso en la sabana, simplemente nunca se garantiza cuando las cosas se dan la vuelta", escribe Amy Attenborough en el blog Londolozi.

Attenborough, junto con un guía de seguimiento, fue en busca de otro depredador felino - una hembra de leopardo Londolozi - cuando un sonido delator en la distancia les dijo que algún drama se desarrollaba cerca. "Las hienas hacen una amplia variedad de sonidos que difieren dependiendo de si tienen alimentos, si están llamándose unas a otras, si están en peligro o si están marcando territorio. El ruido que oímos fue inconfundible, excitables sonido de abucheos", dice ella.

Atraida por la conmoción la pareja llegó a la escena para encontrar a un grupo de unas 20 hienas en torno a una leona, que estaba en cuclillas a en el suelo a la defensiva mientras sus vocales adversarios la riodeaban en círculos. No pasó mucho tiempo, sin embargo, antes de que estallase la lucha. "Pasó un tiempo para las hienas juntasen valor, pero una vez que una de ellas se habían acercado y mordido en el trasero a la leona, las otras la siguieron", recuerda Attenborough.

Con el tamaño y la fuerza de su lado, el gran gato puede hacer frente a cualquier atacante que se acerca de frente, pero las hienas se movían por todos lados, forzándola en un juego desesperado de golpe y retirada.

Escogió una muy oportuna decisión escapando a la seguridad eludiendo la refriega, pero las hienas iniciaron rápidamente su persecución. "Las hienas, aunque más lentas que los leones, tiene una increíble resistencia y parecía que iban a atraparla mientras se retiraba", dice Attenborough.

Con pocas opciones de escape a la mano, el gran gato finalmente encontró refugio en las ramas de un árbol (Los leones podrían no ser los escaladores más expertos, pero este comportamiento no es tan raro como se podría pensar).

Finalmente derrotado, el grupo de manchados perseguidores dió por un tiempo vueltas al tronco del árbol antes de que finalmente se alejaran. En cuanto a la leona, sufrió tan sólo unos cortes menores y un rasguño en el labio.

"Esto fue un recordatorio de que, a veces, incluso los depredadores más dominantes y los que están en la parte superior de la cadena alimentaria puede verse como el más débil", dice Attenborough.