El cuerpo del becerro (Bos taurus) fue uno de los siete que los investigadores habían colocado estratégicamente y monitoreado con cámaras de video para averiguar más sobre los hábitos de invierno de los carroñeros en Great Basin.

Cuando el ternero desapareció una semana después, pensaron que un coyote o un león de montaña habían comido los tentadores restos.

Sólo después de revisar las imágenes identificaron al culpable: un tejón macho de 11 kilogramos, que había pasado 5 días cavando para guardar el ternero en su "refrigerador" subterráneo.

Muchas otras especies, desde leones de montaña hasta osos negros, también esconden sus presas, generalmente cubriendo los restos con ramas y suciedad.

Se sabe que los tejones almacenan los cuerpos de animales más pequeños, como roedores y conejos, pero esta es la primera vez que se les ha visto enterrar a un animal más grande que ellos mismos, informan hoy los investigadores en Western North American Naturalist.

El descubrimiento sugiere que los tejones pueden desempeñar un papel previamente desconocido, pero importante, en la eliminación de carniños podridos o enfermos - ayudando a los ganaderos, y a ellos mismos, en el proceso.

Artículo científico: Subterranean caching of domestic cow (Bos taurus) carcasses by American badgers (Taxidea taxus) in the Great Basin Desert, Utah