Las hormigas pueden inyectar con su aguijón 13 gotas de veneno por segundo
Los dolorosos encuentros con las hormigas no provienen de su picadura; son sus aguijones que transmiten veneno. Ahora, en un vídeo publicado en línea esta semana, un investigador ha grabado el primer vistazo de cerca de cómo funcionan estos aguijones.
Los aguijones de las hormigas son más delgados que el ancho de un cabello humano. Después de morder a su objetivo para asegurarse, los insectos balancean su abdomen hacia adelante para colocar sus aguijones en el lugar.
No todas las especies tienen aguijones (algo de ácido tóxico en aerosol), pero la característica, transmitida de un antiguo ancestro de avispa, es más común que no.
Al colocar una delgada película de cera para que las hormigas pincharan con sus aguijones, Adrian Smith, biólogo del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte en Raleigh, pudo capturar los movimientos microscópicos de los insectos a velocidades más rápidas que un abrir y cerrar de ojos. El vídeo de arriba presenta, en orden, la hormiga chasqueadora de ganglios rugosos (Odontomachus ruginodis) y la hormiga cosechadora de Florida (Pogonomyrmex badius).
La grabación revela que las hormigas pueden inyectar 13 gotas de veneno por segundo, una característica importante teniendo en cuenta que solo pueden tener un momento para picar a sus presas o depredadores.