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TGO de ExoMars alcanza la órbita de Marte

Se está evaluando la situación del módulo de aterrizaje Schiaparelli

Una sonda espacial europea llegó a Marte el miércoles en lo que los científicos esperan que marcará un importante hito en la exploración del planeta rojo, pero estaba lejos de ser seguro si se posó en la superficie en buen estado de salud.

Naves espaciales europea y estadounidense más antiguas ya en órbita retransmitieron durante seis minutos los datos de origen del módulo de aterrizaje. A continuación, la transmisión se detuvo, dejando interrogantes sobre la integridad de la sonda Schiaparelli de 577 kg en forma de disco.

"Está claro que estas no son buenas señales", dijo Paolo Ferri, jefe de operaciones de la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Sin embargo, según la agencia, la parte principal de la misión fue un éxito con la nave nodriza del módulo de aterrizaje en órbita alrededor de Marte para buscar signos de vida.

"Volar a Marte es un reto muy grande. Y volar y estar en órbita segura es un reto muy grande", dijo el Director General de la ESA Ene Woerner en el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, Alemania.

Schiaparelli, que está poniendo a prueba tecnologías para un vehículo que le debe seguir en 2020, representa el segundo intento europeo de aterrizar una nave en el planeta rojo. La británica Beagle 2 fue expulsada de la nave Mars Express en 2003, pero nunca se puso en contacto después de no poder desplegar sus paneles solares en el aterrizaje.

En aquel momento se denominó "un fracaso heroico".

La ESA dijo que el jueves debe estar disponible más información acerca de Schiaparelli, cuando los científicos hayan tenido la oportunidad de analizar los datos de la nave en órbita.

"Cruzar los dedos, todavía tenemos la esperanza", dijo Woerner el miércoles.

El aterrizaje en Marte, actualmente a unos 56 millones de km de distancia de su planeta más cercano a la Tierra, es una tarea muy difícil que ha frustrado la mayoría de los esfuerzos por parte de Rusia y dado también problemas a la agencia espacial NASA de los Estados Unidos.

El hostil ambiente del planeta no ha restado su atractivo, con el presidente estadounidense, Barack Obama, destacando recientemente su promesa de enviar a gente a la superficie por la década de 2030.

"Con esta misión estamos sentando las bases para ir allí", dijo a Reuters TV el astronauta Alexander Gerst, que se convertirá en el primer comandante alemán de la Estación Espacial Internacional en 2018.

SpaceX de Elon Musk está desarrollando un enorme cohete y una cápsula para transportar un gran número de personas y carga a Marte con el objetivo final de colonizar el planeta, y el empresario de Estados Unidos ha dicho que le gustaría poner en marcha la primera tripulación ya en 2024.

¿Señales de vida?

El objetivo principal de ExoMars, el programa ruso-europeo que puso en marcha Schiaparelli, es averiguar si la vida ha existido en Marte.

La nave en la que viaja el vehículo de aterrizaje, Trace Gas Orbiter (TGO), lleva una sonda atmosférica para estudiar gases traza como el metano en todo el planeta.

Los científicos creen que el metano, una sustancia química que en la Tierra está fuertemente ligada a la vida, puede provenir de microorganismos que, o bien se extinguieron millones de años atrás y dejaron el gas congelado por debajo de la superficie del planeta, o que han sobrevivido algunos organismos productores de metano.

"Si hay vida en nuestro sistema solar más allá de la Tierra, Marte es el planeta más interesante", dijo Woerner de la ESA a Reuters TV.

La segunda parte de la misión ExoMars, retrasada hasta 2020 de 2018, llevará un vehículo europea a Marte. Será el primero con la capacidad tanto de moverse a través de la superficie del planeta como de perforar agujeros en el suelo para recoger y analizar muestras.

La misión ExoMars 2016 está dirigida por la Agencia Espacial Europea (ESA), con la rusa Roscosmos suministrando el lanzador y dos de los cuatro instrumentos científicos en el Trace Gas Orbiter. El contratista principal es Thales Alenia Space, una empresa conjunta entre Thales y Finmeccanica.

El costo de la misión ExoMars de la ESA, incluyendo la segunda parte, para 2020, se espera que sea alrededor de 1,3 millones de euros (1,4 mil millones). La contribución de Rusia está por encima de eso.

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